Los atentados yihadistas del 17-A en Barcelona y Cambrils en 2017, y del 11-M de Madrid en 2004, son el resultado del islamismo radical. Lo peor son las pĆ©rdidas humanas. TambiĆ©n tienen un impacto negativo en las empresas y la economĆa. AsĆ ha pasado despuĆ©s de los atentados de Nueva York, ParĆs o Londres.
Xavier Torrens. Profesor de Ciencia PolĆtica en la UB. Politólogo y sociólogo.
Comienza en la Universidad de Barcelona el primer y Ćŗnico Master en Prevención de la Radicalización (www.ub.edu/mpr/) en EspaƱa. Ha tardado en llegar la formación para prevenir el peor de los extremismos actuales: el islamismo radical. La prevención de la radicalización es habitual en CanadĆ”, Suecia, Estados Unidos o Alemania, porque es vital frenar a los extremistas antes de que lleguen a su Ćŗltima fase: los atentados mortĆferos.
603 muertos en la UE
EspaƱa es el segundo paĆs de los 28 Estados de la Unión Europea con mĆ”s vĆctimas mortales por atentados yihadistas. Sólo esta escalofriante cifra de asesinatos sucedidos en Madrid, Barcelona y Cambrils nos hace pensar en la relevancia de enfrentar el grave problema de los extremismos ideológicos y, en este caso concreto, del islamismo radical.
Es incomprensible que EspaƱa, siendo el segundo paĆs con mĆ”s vĆctimas mortales (despuĆ©s de Francia) y el tercero en nĆŗmero de atentados con muertos (despuĆ©s de Francia y Gran BretaƱa), no impartiera formación inclusiva y proactiva sobre los extremismos. FijĆ©monos que mĆ”s de un tercio de los muertos por el yihadismo en Europa han ocurrido en EspaƱa: hasta 209 muertos en EspaƱa sobre los 603 de la Unión Europea.
La desradicalización de extremistas es un hito, pero no el Ćŗnico. Hace falta la contrarradicalización: las polĆticas pĆŗblicas, sociales y de seguridad, con una contranarrativa para combatir los prejuicios e ideas que legitiman el islamismo yihadista
Problema económico
AdemĆ”s de las vĆctimas directas y sus familiares, los atentados terroristas tienen un impacto negativo en la economĆa. DespuĆ©s de los ataques yihadistas, hay empresarios que cierran sus negocios o tienen fuertes pĆ©rdidas empresariales, hay trabajadores que pierden su puesto de trabajo o el trabajo se les vuelve precario, y hay ciudadanos que pierden calidad de vida o su vida.
En un mundo global, tambiĆ©n el mundo empresarial y el mundo económico sufren las consecuencias negativas de los atentados terroristas causados por la peor ideologĆa extremista del siglo XXI: el islamismo radical, la ideologĆa polĆtica totalitaria de extremistas que ejecutan una interpretación fanĆ”tica de la religión del islam.
Extremismo a diestro y siniestro
Hay otros extremismos que daƱan a las personas, las empresas y la economĆa. La extrema derecha con su violencia y prejuicios provoca inestabilidad económica, pues genera fractura social contra los trabajadores, los inmigrantes y las minorĆas. La extrema izquierda con sus disturbios siembra el caos y causa incertidumbre económica, pues ocasiona divisoria social contra los empresarios y otros sectores de la sociedad.
Hay otros tipos de extremismos, como el extremismo ambientalista. Un ejemplo es la queja de la Confederación Francesa de Carniceros, Charcuteros y Especialistas en Comida Preparada que, en Francia, ha solicitado protección policial ante la violencia por parte de extremistas veganos antiespecistas.
Contrarradicalización
La desradicalización de las personas inmersas en procesos de radicalización es un hito, pero no el Ćŗnico. TambiĆ©n hace falta la contrarradicalización, las polĆticas pĆŗblicas, sociales y de seguridad, que difunden una contranarrativa para combatir los prejuicios y las ideas que legitiman el islamismo yihadista.
Los tres principales extremismos del siglo XXI coinciden en sus tres prejuicios: antisemitismo, antiamericanismo y antioccidentalismo. La extrema derecha europea es judeófoba, antiamericana y antioccidental (es supremacista blanca, pero contraria a la Modernidad de la Ilustración de Occidente). La extrema izquierda y el islamismo radical son antijudĆos, antiamericanos y antioccidentales. AsĆ pues, los procesos de radicalización son nocivos para las personas, la economĆa y el mundo.