El papel que desempeña un Consejo de Administración (CA) en una pyme se ha basado hasta ahora en los requisitos legales de las juntas directivas de grandes empresas que deben rendir cuentas públicamente. No obstante, existe una gran heterogeneidad entre las pymes por lo que un único enfoque sobre el rol de los CA en ellas es inadecuado y estéril. Las tareas, composición y estructura del CA no son universales y deben estar alineadas con las características y necesidades de las pymes.
WAFA KHLIF. Profesora de Contabilidad de Gestión de TBS Barcelona.
Una pyme se podría beneficiar de contar con un CA, y más cuando en un determinado estadio de su crecimiento, el fundador no puede asumir solo todos los cambios que la nueva etapa de la compañía puede implicar. El alto nivel de complejidad alcanzado puede significar la necesidad de establecer un CA formal. Un CA efectivo no puede únicamente centrarse en un rol de control. El CA tiene que:
1. Alentar la discusión y el debate constructivo, la evaluación y el inicio de propuestas estratégicas (rol estratégico).
2. Legitimar, vincular recursos externos y recopilar informaciones centrales (rol de asesoramiento).
3. Desempeñar una intervención o mediación entre las necesitadas de la empresa y las de la sociedad (rol de mediación).
En cada etapa de su crecimiento, la pyme puede contar con un rol particular del CA. Por ejemplo, para un crecimiento rápido, la empresa necesitará preferentemente un CA estratégico. Sin embargo, para apoyar su transición a una gestión profesionalizada, es mejor contar con un CA que juegue el rol de mediación. Así, los roles del CA guían y apoyan a las empresas a través de las transiciones asociadas con cada estado para alcanzar un nuevo equilibrio con éxito.
Un CA bien constituido es una inversión efectiva para las pymes. Sin importar en qué fase de desarrollo se encuentre una pyme, será la consecuencia de un liderazgo democrático y de un poder compartido entre el director general y el CA.