La sostenibilidad ya es una realidad imperante en el tejido empresarial. A continuación, presentamos cinco enfoques para abordarla.
ANTONI GÓMEZ VALVERDE. Presidente del Col·legi de Censors Jurats de Comptes de Catalunya y socio de AUREN.
1. Integra la sostenibilidad en tu estrategia de gestión. La preocupación por la sostenibilidad va más allá de la exigencia legal que la Directiva europea (de próxima trasposición en España) impone a determinado tipo de empresas. La sociedad cada vez es más sensible a los temas ambientales, sociales y de gobernanza, especialmente los consumidores de mayor poder adquisitivo y los jóvenes.
2. Aprovecha la oportunidad para diferenciarte de los competidores. Las empresas de mayor dimensión (más de 250 trabajadores) deberán informar del impacto ambiental y social (personal, consumidores, comunidad y otros) de sus actuaciones, así como de los riesgos que esos aspectos pueden suponer para la empresa. Deberán asegurarse del impacto y de los riesgos de su cadena de valor, por lo que preferirán y exigirán a sus proveedores una gestión adecuada de estos aspectos.
3. Da credibilidad a tu información sobre sostenibilidad. La Directiva europea sobre sostenibilidad corporativa obliga a la verificación por parte de verificadores independientes (habitualmente los auditores). La credibilidad y la trasparencia son muy importantes en estas materias, y una impresión de falsedad o de distorsión de la realidad puede dañar seriamente la reputación de la empresa.
4. Pide a tu auditor que verifique tu informe sobre sostenibilidad. Si tu empresa está auditada, el auditor ya ha verificado la organización y los sistemas de control interno, y así como su informe da credibilidad a la información financiera divulgada, su informe de verificación de sostenibilidad dará credibilidad a la información no financiera en esta materia.
5. Plantéate un avance progresivo en sostenibilidad. Aborda el tema en consonancia con la dimensión y la actividad de tu empresa. Piensa en la reacción favorable de empezar a ser sensible a estos temas que puede generar en tus empleados, tus clientes o tu comunidad. Para muchas empresas abordar y comunicar su impacto ambiental y social puede ser más importante que la información financiera, por ejemplo, si tu empresa gestiona una escuela o un hospital, o trabaja con el sector público.