La posición de inversión internacional neta [PIIN] de España sigue siendo muy negativa (-932 miles de millones, equivalente al -78% del PIB, resultado de 1,961 billones de activos y de 2,893 billones de pasivos, a final de 2018).
Anton Gasol. Decano del Colegio de Economistas de Cataluña.
Una misma Posición de Inversión Internacional Neta puede corresponderse con niveles muy distintos de activos y pasivos exteriores.
El gran volumen de pasivos exteriores netos deja al país expuesto a perturbaciones adversas o a cambios en la confianza del mercado. Se necesitarían superávits sostenidos de la balanza por cuenta corriente para que España redujera de forma determinante sus aún grandes pasivos exteriores.
La balanza de pagos y la Posición de Inversión Internacional (PII) resumen las relaciones económicas entre los residentes de una economía y los residentes del resto del mundo. La balanza de pagos registra, para cada período, las transacciones que tienen lugar entre los residentes y los no residentes, y la Posición de Inversión Internacional muestra el valor, siempre a fin de período, de las tenencias de activos y pasivos financieros frente al exterior.
Si un país registra un déficit en su cuenta corriente (necesidad de financiación), desde el punto de vista de la cuenta financiera registrará un superávit (las entradas netas de capital superarán a las salidas). En consecuencia, un déficit por cuenta corriente traerá consigo un deterioro en la Posición de Inversión Internacional. Por el contrario, si un país registra un superávit en su cuenta corriente (capacidad de financiación), desde el punto de vista de la cuenta financiera registrará un déficit (las salidas netas de capital superan a las entradas). En consecuencia, un superávit por cuenta corriente traerá consigo una mejora en la Posición de Inversión Internacional.