Por ley, es obligatorio estar colegiado para ejercer una profesión titulada. Pero no siempre, ni mucho menos, se cumple en la mayorĆa de profesiones, ya que, entre mĆ”s cosas, hay un gran desconocimiento de la cuestión.
Miquel DarnƩs i Cirera. Presidente del Consejo de Colegios de Ingenieros Graduados e Ingenieros TƩcnicos Industriales de Catalunya.
Ya hace tiempo que corren aires liberalizadores por los territorios europeos -la Ley Ćmnibus del Gobierno espaƱol de 2010 es un buen ejemplo-, pero no todo se debe confiar a las fuerzas del mercado. En determinadas cuestiones, como las que afectan directamente a la salud y la seguridad de las personas, hay que buscar el equilibrio necesario entre la liberalización y la regulación. Los colegios profesionales precisamente nacieron para regular las profesiones tituladas. AsĆ pues, mĆ©dicos, ingenieros, arquitectos, abogados, etc., disponen de un colegio profesional en el que, segĆŗn la Ley catalana de colegios profesionales de 2006, hay que estar colegiado para ejercer la profesión.
Desgraciadamente, si exceptuamos mĆ©dicos y abogados, en el resto de profesiones hay un gran malentendido a la hora de determinar quĆ© significa exactamente ejercer la profesión, ya que no sólo la ejercen quienes son profesionales liberales, como piensa mucha gente. TambiĆ©n la ejercen quienes estĆ”n en las empresas y la administración. Incluso, el artĆculo 15 de dicha ley dice que el rĆ©gimen disciplinario es ejercido por la Generalitat, en el caso de profesionales que tengan la obligación de estar colegiados y no la cumplan, o de las empresas y las entidades que contraten profesionales en este supuesto. Por lo tanto, reconoce explĆcitamente que hay que estar tambiĆ©n colegiado cuando se trabaja para una empresa o entidad.
Dicho esto, los colegios no perseguimos a nadie por no colegiarse. No es nuestro trabajo -sólo lo hacemos en caso de intrusismo denunciado y comprobado-, porque pensamos que estar colegiado tiene suficiente valor como para no tener que hacerlo. Los colegiados tienen claro que un profesional tiene bastantes posibilidades de hacer mejor su trabajo si puede contar con la protección, el asesoramiento, el networking, la formación, la actualización… de su colegio. Y que una profesión fuerte necesita un colegio fuerte que la defienda.