La Comisión Europea tiene entre sus objetivos en educación que de aquí a 2020 un 15% de la población adulta participe en actividades de formación continua. La organización y legislación relativa a la educación en la Unión Europea es competencia de los Estados miembros, pero la UE apoya la formación continua a través de la coordinación entre los países, con el objetivo de que la fomenten como una forma clave de enriquecimiento de la sociedad. “El aprendizaje no está sólo limitado a uno solo ni a una fase vital específica, se produce durante los años de la etapa escolar, pero también en otros contextos a lo largo de la vida”, recuerdan desde Bruselas.
Text: Esther Herrera
En 2009, los países de la UE se comprometieron a elaborar una estrategia sobre formación continua. Forma parte del programa Erasmus +, que permite a jóvenes de universidades, de formación profesional y docentes seguirse formando en el extranjero, aunque también hay otros programas bajo este paraguas. Entre ellos, los proyectos de formación continua a los que se les ha aumentado la dotación en el último año; están formados por 197 organizaciones que buscan identificar las necesidades que tiene el mercado laboral para que conecten con la formación de las personas.
En la reunión de ministros de Educación de la UE celebrada el pasado mes de mayo, los titulares incidieron en la importancia de la formación continua como uno de los pilares básicos en la educación. “Para abordar un desarrollo de las competencias en una perspectiva de formación continua, se deben apoyar todos los niveles de educación (…) desarrollar una educación primaria de calidad, fortalecer la educación en las escuelas y asegurar una enseñanza excelente “, pidieron los ministros en sus conclusiones.
En 2009, los países de la UE se comprometieron a elaborar una estrategia sobre formación continua. Forma parte del programa Erasmus +, que permite a jóvenes de universidades, de formación profesional y docentes seguirse formando en el extranjero, aunque también hay otros programas bajo este paraguas como los proyectos de formación continua de los que forman parte 197 organizaciones
Un derecho que no siempre se puede ejercer
La formación continua está presente en la legislación de las instituciones europeas, también en las diferentes resoluciones que ha votado la Eurocámara donde apuntan que la educación “es un derecho fundamental, un bien público que debe tener los recursos adecuados y debe ser accesible para todos “. Con todo, no siempre se cumple: el Parlamento Europeo lamenta que todavía hay “problemas persistentes” en la calidad y la accesibilidad a la educación, y que continúa la discriminación socioeconómica en este campo; por ello pide “políticas coordinadas más ambiciosas y efectivas, tanto en la UE como en el ámbito nacional”.
Según la Agencia Europea de Estadística (Eurostat), los adultos con educación superior representan en la UE un 84,8%; aquellos que solamente cursaron educación secundaria son un 54,3%. Muchas de estas personas sufrieron más agudamente las consecuencias de la peor parte de la crisis económica (entre los años 2008 y 2013) con una disminución de la tasa de empleo del 5,1%. En este sentido, los Estados miembros tienen entre sus prioridades mejorar la formación continua entre los grupos con menor educación, aunque esto no siempre se consigue. Así lo asegura un informe de la Comisión Europea (2015), que lamenta que a pesar de que se sabe de la importancia de aplicar herramientas para el aprendizaje a lo largo de la vida, las administraciones públicas “raramente establecen objetivos concretos”.
El aprendizaje en la etapa adulta es esencial para el desarrollo personal y por una ciudadanía activa”, insisten desde el Ejecutivo comunitario
Por falta de interés y de oportunidades
Además, según los últimos datos aportados por la Eurocámara, el 80% de los adultos que no tienen ninguna actividad relacionada con la formación continua -especialmente adultos con bajos niveles de educación-, tampoco muestran ningún interés en cambiar su situación. “Los trabajadores con baja calificación son menos proclives a participar en actividades de formación y educación, un hecho que se puede relacionar con una actitud negativa hacia la educación, pero también a la falta de oportunidades”, asegura la Eurocámara. Ante esta situación, la UE quiere potenciar en su estrategia de aquí al año 2020 cómo mejorar la equidad en la educación adulta. En la estrategia, la UE quiere que todos los adultos tengan la oportunidad de estudiar y aprender, de obtener y mantener un empleo, pero también de progresar durante su vida laboral. “El aprendizaje en la etapa adulta es esencial para el desarrollo personal y por una ciudadanía activa”, insisten desde el Ejecutivo comunitario.
El antiguo modelo escuela-trabajo-jubilación ‘ha dejado de ser la norma. Ahora se trata de promover una visión “holística” de lo que es la formación continua y que no se limita a la educación formal: también integra el aprendizaje formal y no formal
Por esta razón, también la Unión Europea está en contacto con diferentes organizaciones que fomentan la formación continua, como la Plataforma para la Formación Continua (LLP, por sus siglas en inglés), que congrega a 42 organizaciones y representa a 50.000 instituciones educativas. Este organismo da voz a las preocupaciones y cuestiones de la sociedad civil relacionadas con la educación para que tengan visibilidad en Europa. “La idea es que nadie puede ser apartado, se han de construir puentes entre los diferentes sectores y aumentar la accesibilidad a una educación de calidad”, explica la Plataforma. La organización quiere también desterrar la idea del antiguo modelo escuela-trabajo-jubilación ‘; “Esto ha dejado de ser la norma, así que es importante ayudar a la gente durante sus transiciones vitales”. Se trata de promover una visión “holística” de qué es la formación continua. Porque “aprender no está limitado a una educación formal: también integra el aprendizaje formal y no formal”.