Ā«No debemos perder el valor social del LiceuĀ»
Usted asumiĆ³ la direcciĆ³n del teatro en 2013, cuando la situaciĆ³n econĆ³mica del Liceu habĆa tocado fondo. Con su plan de viabilidad 2014-2017, busca sanear la economĆa de la entidad y conseguir que el Liceu se mantenga entre los mejores teatros de Ć³pera del mundo. ĀæQuĆ© acogida ha recibido?
Al principio habĆa muchas reticencias. Mi primer trabajo, el dĆa que me nombraron por la tarde, era ver cĆ³mo pagaba las nĆ³minas. La desconfianza de los bancos era enorme porque venĆamos de una Ć©poca con una gestiĆ³n no adecuada para el entorno de crisis. Hemos tenido que poner mucha transparencia y seriedad en la gestiĆ³n para demostrar que lo hacemos bien y que la gestiĆ³n de la cultura no tiene por quĆ© ser deficitaria. Como cualquier empresa, debemos innovar: una empresa que no innova, muere. O innovamos, o seremos un teatro de tercera. Pero si sĆ³lo innovas, tambiĆ©n mueres, porque no puedes pagar las facturas. Por lo tanto, tenemos que buscar el equilibrio entre tener productos de una gran excelencia, como la Norma que hemos hecho ahora, y otros mĆ”s innovadores.
El mecenazgo es clave para el Liceu. ĀæEn quĆ© situaciĆ³n se encuentra?
Es un tema muy complicado donde intervienen muchos factores. De entrada, el mecenazgo clĆ”sico del Liceu viene de la Ć©poca de la reconstrucciĆ³n. Ahora hay un cambio generacional en las empresas que nos apoyan. Los intereses de los nuevos gestores no son los mismos que los de los padres o de los primeros accionistas. Luego, debemos tener en cuenta que muchas empresas se han abocado a proyectos sociales y la cultura ha quedado relegada. AquĆ es donde tenemos que trabajar. La cultura es un gran proyecto social, porque la sociedad evoluciona cuando la cultura evoluciona. Por Ćŗltimo, tenemos que conseguir que las empresas entiendan que la sociedad civil tiene que volver a ser el motor de nuestras instituciones.
Quieren apostar tambiĆ©n para atraer mĆ”s turistas. ĀæComo van los ingresos procedentes de este sector?
Es todo un proceso. De entrada hemos recuperado la marca Liceu, que habĆa quedado algo daƱada. AdemĆ”s, estamos haciendo una campaƱa fuera con operadores, agencias especializadas… No sĆ³lo para el turismo de paso, sino que queremos llevar gente que busca mĆŗsica. Lo que pasa es que esto lo trabajas hoy y hasta que no entras en sus circuitos, tardas un aƱo o aƱo y medio.
TambiĆ©n quieren cerrar acuerdos con otras entidades culturales del paĆs.
SĆ, hacemos una operaciĆ³n de la mano de Barcelona Global para juntar el Palau, lāAuditori, el Liceu… con el fin de programar semanas de mĆŗsica para los heavy users. Todo ello sin pisarse unos a otros.
ĀæQuĆ© situaciĆ³n ocupa el Liceu actualmente en el marco de los teatros operĆsticos del mundo?
Estamos en el primer nivel. Con esto a los catalanes nos pasa como con el BarƧa: perdemos un partido y ya hemos perdido la Liga. En cambio, vas por el mundo y el BarƧa es sĆŗper valorado. A nivel internacional, el valor del Liceu se mantiene y los cantantes quieren venir, pero aquĆ nos gusta tirarnos piedras encima. Somos un gran teatro y, fuera, la tradiciĆ³n de Ć³pera de Barcelona se nota.
Para terminar, ĀæcĆ³mo valora el peso del Liceu en la sociedad catalana?
El Liceu nace de la sociedad y este sentimiento estĆ” muy arraigado en Barcelona y CataluƱa. El Real, en cambio, nace de las instituciones y hacia la sociedad. No debemos perder el valor social del Liceu porque es lo que hace que, cuando caes, te vuelvas a levantar una y otra vez, porque la gente lo lleva en el ADN. En el Liceu convive gente que va con vaqueros y gente con esmoquin. Es bueno que vengan todos. No somos un teatro elitista, hay precios desde 12 euros hasta las entradas mĆ”s caras, porque la Ć³pera es muy cara. Kitej tenĆa 400 personas cada noche funcionando. Esto cuesta mucho dinero. El Liceu es un buque insignia de la vida de Barcelona, de CataluƱa y a nivel estatal. Debemos dar importancia a la internacionalidad del Liceu, conseguir que sea una gran potencia de teatro de Ć³pera que abra las puertas de Barcelona y de nuestro paĆs, para que la gente venga y se interese por nuestra cultura.
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