Contar con el talento adecuado marcarÔ la diferencia para el éxito de la organización en un entorno complejo y muy cambiante como el actual.
Albert Bosch. Aventurero y experto el liderazgo.
A lo largo de mi trayectoria aventurera he llevado a cabo algunos proyectos basados sobre todo en la resistencia y la planificación, y otros, que al final han resultado ser los mÔs valiosos y complejos, basados ademÔs en la innovación y la creación de valor.
Para los primeros proyectos necesitaba un equipo con gran experiencia y capacidad de esfuerzo, dos factores relativamente fĆ”ciles de encontrar. Pero para los segundos requerĆa aƱadir a estas aptitudes el disponer de un talento especial, y esto ya era un requisito mucho mĆ”s difĆcil de encontrar e incorporar.
Se necesita mucho mĆ”s que personas con gran capacidad de trabajo y compromiso para crear el primer equipo de la historia que termina el ParĆs-Dakar solo conduciendo con las manos (piloto en silla de ruedas) o ser el primer espaƱol que participa en esta carrera con un coche sin copiloto o ser el primero en afrontar esta carrera, considerada la mĆ”s dura del mundo, con un coche totalmente elĆ©ctrico. O ser el primero en el mundo que lleva a cabo un reto personal deportivo utilizando tecnologĆa blockchain o, en la misma lĆnea, hace el primer NFT de una ascensión a una cumbre. Para innovar y crear valor se necesita tener en el equipo personas con verdadero talento y que, ademĆ”s, estĆ©n dispuestas a aportarlo de forma efectiva al proyecto.
Cuando reviso mi trayectoria, veo claro que la gestión del talento ha sido una de las claves para que algunas de mis aventuras hayan alcanzado los resultados esperados. Si lo extrapolamos a nuestros dĆas, en los que las organizaciones empresariales viven constantemente en escenarios nuevos, con falta de visibilidad, con errores, dudas, problemas e incertidumbres permanentes, y con una elevada rotación en puestos clave, vemos que en esta captación y gestión del talento reside una de las grandes claves del Ć©xito de las empresas.
Para innovar y crear valor se necesita tener en el equipo personas con verdadero talento y que, ademƔs, estƩn dispuestas a aportarlo de forma efectiva al proyecto
El gran reto de las empresas actuales es crear un ecosistema que les permita captar, mantener y renovar constantemente el talento. Y para ello, aparte del estilo de liderazgo y de la conexión con el proyecto, es imprescindible que se den unas circunstancias muy especiales que deben prevalecer en el management moderno.
MIX DE TALENTO
Para liderar estos escenarios de cambio y de creación de valor, deberĆ” buscarse una composición óptima del talento a travĆ©s de cuatro pasos fundamentales en el mundo empresarial actual que en terminologĆa inglesa se conoce como la metodologĆa de las 4B (buy, borrow, build y bot):
1) Contratar para incorporar el talento externo adecuado.
2) Subcontratar y colaborar para externalizar partes del proceso en personas o estructuras que tienen las habilidades requeridas.
3) Formar y reorientar a los miembros del equipo para que se adapten a las capacidades y competencias que requiere el nuevo entorno.
4) Automatizar para optimizar procesos a travĆ©s de la tecnologĆa.
Si una organización no es interesante para sus empleados, retendrÔ a los mediocres, acomodarÔ a algunos buenos y expulsarÔ a los mÔs talentosos
TALENTO YĀ TECNOLOGĆA
El nivel de capacidades humanas puede variar mucho en función de cómo aprovechamos y interactuamos con la tecnologĆa disponible. En el mundo actual tan tecnificado y en evolución exponencial, las organizaciones que no tengan muy en cuenta este aspecto a la hora de potenciar su mix de talento, se encontrarĆ”n en inferioridad de condiciones con respecto a sus competidores o al entorno empresarial en general.
ORGANIZACIONES ATRACTIVAS
Los proyectos deben ser muy atractivos para los propios directivos y el resto de los empleados. Si una organización no es interesante para sus empleados, retendrÔ a los mediocres, acomodarÔ a algunos buenos y expulsarÔ a los mÔs talentosos.
Hoy en dĆa cambiar de empresa es muy fĆ”cil y serĆ”n en particular las personas de mayor talento las que se moverĆ”n mĆ”s y tenderĆ”n a desplazarse hacia empresas globalmente mĆ”s atractivas. Esta volatilidad del talento es un factor de alto riesgo para el futuro en las empresas actuales.
Normalmente las personas con talento son muy inteligentes y autoexigentes, y se sitĆŗan en la vanguardia de las tendencias y los valores que dominan la sociedad en cada momento
Las personas talentosas son exigentes y cada vez mĆ”s buscan otros alicientes mĆ”s allĆ” de los meramente económicos o tĆ©cnicos: intentan desarrollar su faceta humanĆstica y son muy sensibles a la actitud de la dirección y los valores de la organización para la que trabajan.
SIN MIEDO AL ERROR
La gestión del talento requiere una buena cultura de aceptación del error. Para crear valor, siempre se precisarĆ”n muchos proyectos que vayan mal para que algunos vayan bien. Y se necesitarĆ”n personas talentosas dispuestas a comprometerse en proyectos inciertos que pueden fracasar, y con ello arriesgar tambiĆ©n su prestigio dentro de la empresa o en el mercado. Por ello, se requerirĆ” una organización que apoye el talento en los Ć©xitos, pero tambiĆ©n en los fracasos. Si no es asĆ, la motivación y el entusiasmo del equipo se apagarĆ”, o puede darse el caso de que las personas con talento decidan desertar y buscar otros proyectos que confĆen mĆ”s en ellas.
ĆTICA Y TRANSPARENCIA
Normalmente las personas con talento son muy inteligentes y autoexigentes, y se sitúan en la vanguardia de las tendencias y los valores que dominan la sociedad en cada momento. Por ello, preferirÔn organizaciones con niveles de ética y transparencia claros y acordes con nuestro momento histórico, buscando una trayectoria profesional con sentido, que les genere buena reputación y que les permita colaborar activamente a mover el engranaje hacia el futuro.
EXPERIENCIAĀ BLOQUEADORA
Las empresas deberÔn saber aprovechar la experiencia de sus integrantes, pero sin que ello suponga un freno o un bloqueo al talento existente o al que se tiene que incorporar. La experiencia es un factor positivo que aporta confianza y conocimiento, pero en exceso puede distorsionar la organización. Ante una realidad exponencialmente cambiante, la experiencia no puede tener tanto peso en la estructura, ya que el flujo de talento y la visualización de cambios y nuevos rumbos a seguir vendrÔ desde todas las direcciones y niveles de la empresa.
La clave de las empresas de esta década radicarÔ en conseguir tener el mix de talento que responda a las capacidades y habilidades necesarias para hacer avanzar a una organización en evolución constante y superacelerada en su camino hacia el futuro.