La complejidad y la incertidumbre se han adueñado de la situación actual. La rapidez en los cambios de escenarios y de los modelos de negocio nos obliga a crear organizaciones flexibles, ágiles y rápidas, donde en ocasiones hay que renunciar a algún elemento para potenciar otros. A este nuevo mundo se le ha denominado VUCA (Volatility, Uncertainty, Complexity, Ambiguity).
marcos urarte. Profesor invitado del Massachusetts Institute of Technology (MIT) y de la Universidad Nacional de Singapur (NUS)
Pero, finalmente, la realidad nos ha llevado a evolucionarlo a un nuevo concepto denominado VI3RCA2S. Hemos tenido que incorporar cinco nuevas características: Inmediatez, Inclusiva, Ruido, Aceleración y Simultaneidad de disparidades. Dicho de otra forma, la supervivencia y el progreso de la organización dependerán de su capacidad de “leer” el entorno para “adaptarse” a él de forma dinámica.
En este entorno crecientemente complejo, pues, las organizaciones necesitan de un modelo de visualización y planificación del negocio a medio y largo plazo, fácil de entender, de explicar y de asumir por todo el equipo humano, en especial por el equipo directivo.
La supervivencia y el progreso de la organización dependerá de su capacidad de “leer” el entorno para “adaptarse” a él de forma dinámica
La Prospectiva es la definición de futuros plausibles a través de la aplicación de metodologías, con la finalidad de establecer probabilidades de ocurrencia, combinando lógicas cualitativas y cuantitativas, para comprender el futuro y con el objetivo último de incidir sobre las variables necesarias para crear el escenario más favorable a nuestros intereses.
La Prospectiva es una parte del análisis estratégico que facilita la toma de decisiones. Constituye un espacio imaginario en el que se combina lo posible con lo deseable.
La pandemia, la guerra de Ucrania y el conflicto Israel/Hamas/Palestina, además de otros impactos como el cambio climático, ciberriesgos, etc., nos han hecho ver las extremas vulnerabilidades de nuestro modelo económico y estamos asistiendo al nacimiento de un Nuevo Orden Mundial, lo que he denominado la Era del Reorden. Los nuevos actores económicos y geoestratégicos buscan su lugar en este nuevo orden, desafiando el status actual. La globalización no ha muerto, pero sí está mutando y posiblemente el mundo se va a dividir en dos bloques.
A los actualizados cuatro jinetes del apocalipsis: Pandemias, Guerras, Cambio Climático y Demografía, hemos tenido que añadir a un quinto jinete: Inteligencia Artificial.
Ante estos inmensos desafíos y retos, hay que formar y animar a los nuevos líderes. Que sepan encontrar el camino, que estén convencidos de que, cuando las situaciones son tremendamente complejas y complicadas, son los líderes, que en vez de buscar excusas o esquivar la realidad, ven la luz más allá de la oscuridad y son capaces de encontrar el camino hacia la luz. Son los que ante la adversidad elevan su voz de esperanza y transmiten confianza en que puede lograrse superar todas las barreras que están inmovilizando al resto.
La globalización no ha muerto, pero sí está mutando y posiblemente el mundo se va a dividir en dos bloques
En este sentido, los equipos directivos del siglo XXI se enfrentan a retos de naturaleza radicalmente diferente a los que las dinámicas organizativas están acostumbradas. El reto está en la supervivencia, y ello requiere un esfuerzo permanente para ser relevantes. En este empeño será preciso contar con un background de competencias que incluyen:
• Visión global y estratégica
• Ambidiestro: decisiones a corto, medio y largo plazo
• Solución a problemas complejos
• Inconformismo y pensamiento crítico
• Inspirar y dar sentido de propósito
• Inteligencia emocional, optimismo, humildad
• Valentía y audacia en la toma de decisiones
• Flexibilidad y adaptación. Motor e impulsor del cambio
• Sponsor tecnológico
• Comunicación con capacidad de escucha activa y capacidad de persuasión
• Preocupación por las personas
• Obsesión y pasión por el cliente
• Generador de valor compartido: compromiso social y medioambiental
• Resiliencia
• Guardián de la cultura colaborativa, tolerancia al error, innovador…
Estas cualidades pedidas a los líderes para enfrentarse a los nuevos retos y desafíos solo tendrán éxito si estos son capaces de desarrollar Equipos de Alto Rendimiento (EAR). El éxito de todo líder pasará por rodearse de personas que tengan talentos complementarios a los suyos. Por citar algunas de las acciones a realizar para desarrollar EAR sostenibles, podemos resaltar:
Para ello, los Departamentos de RRHH deben transformarse para actuar como un partner estratégico dentro de la organización. Han de tomar una posición proactiva y prospectiva. Deben creerse, de verdad, que las personas son el verdadero driver del éxito.
Aquellas empresas que consigan alinear sus objetivos, compromisos e ilusiones con los de sus trabajadores obtendrán el premio de tener las personas con mejor talento, las más leales, las más motivadas y las más eficaces; en definitiva, las que podrán aportar un mayor beneficio.
Ha llegado el momento de creer firmemente que potenciar la felicidad de los colaboradores también es rentable.
Esta será la identidad corporativa y el factor más diferenciador de la propuesta de valor de nuestra organización.
Otro de los factores estratégicos de cualquier organización en la actualidad es su apuesta por la sostenibilidad. Se están consolidando una serie de conceptos, tales como Valor Compartido, Retorno Social, ESG, Capitalismo Consciente… que están condicionando los objetivos de toda organización. El alineamiento de los objetivos estratégicos con los ODS ya no es discutible, y este alineamiento es imprescindible para conseguir una competitividad de calidad, es decir, sostenible en el tiempo.
No todas las organizaciones “de éxito” en la actualidad responden a estos objetivos más éticos, pero podemos preguntarnos sobre la probabilidad de supervivencia de organizaciones solo centradas en objetivos de negocio que carecen de una vocación estable de compromiso de retorno a la sociedad.
Somos responsables de la sostenibilidad de nuestro modelo económico y de vida.