Kiota, con su enfoque innovador, está transformando radicalmente la inversión en start-ups. Hasta ahora el sector se caracterizaba por su opacidad y desigualdad, pero Kiota lo convierte en transparente y accesible. Un win-win para inversores y emprendedores.
Ángel San Segundo Haering. Ingeniero Industrial, asesor de start-ups, business angel, mentor y profesor asociado de diversas escuelas de negocio
LA START-UP
¿EN QUÉ CONSISTE EL PROYECTO?
La esencia de Kiota radica en ofrecer un análisis objetivo de las start-ups y sus fundadores y brindar las herramientas necesarias para que el inversor realice evaluaciones precisas.
En Kiota nos preguntamos: ¿es razonable que, para los inversores, una de cada diez inversiones tenga que compensar las pérdidas de las demás? Convencidos de que había una alternativa mejor, nos imaginamos el que sería el proceso idílico de inversión en start-ups, en el que pudieras acceder a todas ellas, elegir de forma ecuánime las más robustas y evaluarlas fácilmente para monitorear tu inversión, y creamos Kiota.
¿QUÉ SINGULARIDADES TIENE LA PROPUESTA DE VALOR?
Kiota se distingue por poseer una profunda experiencia en inversión en start-ups, con la capacidad que brinda la tecnología para reunir ese conocimiento y optimizarlo a través de la inteligencia artificial (IA).
Por una parte, Kiota cubre todas las necesidades que puede tener el inversor: permite la evaluación psicométrica de los emprendedores (con la herramienta llamada Marie), la captación, análisis y gestión de dealflow (con Kiota), la gestión y distribución de documentos (Dari) y mucho más. Al mismo tiempo, da servicio a las start-ups y a sus fundadores simplificando la búsqueda de inversores (Kuff), otorgándoles visibilidad y conectándoles con los partners que necesitan. Ofrecemos una suite de productos interconectados que generan un efecto de red significativo: la información obtenida de un producto enriquece a los demás, potenciando nuestros modelos.
Kiota, con su enfoque innovador, está transformando radicalmente la inversión en start-ups
Además, nuestro uso avanzado de la IA nos permite no solo evaluar y analizar start-ups de manera eficiente, sino también facilitar el emparejamiento óptimo entre emprendedores e inversores. Mediante la IA también minimizamos los sesgos en la evaluación, enfocándonos en rasgos objetivos para asegurar una valoración justa y equitativa. Muy interesante también es nuestra reciente investigación para la implementación de técnicas de procesamiento de lenguaje natural (NLP) y aprendizaje automático. El objetivo es poder investigar el sentiment analysis de las comunicaciones entre start-ups e inversores a tiempo real, detectando interacción positiva, compromiso y alineación de intereses en las comunicaciones, o, por el contrario, signos de desacuerdo o falta de compromiso en las conversaciones, permitiendo ajustar las recomendaciones de inversores en función de esos indicadores, mejorando así la calidad de las relaciones.
Gracias a la IA, ahora podemos anticipar tendencias, ajustar estrategias de inversión de forma dinámica y ofrecer soluciones innovadoras a los retos que enfrentan tanto inversores como start-ups.
¿CUÁNTO, DÓNDE Y CÓMO SURGE LA IDEA?
Kiota nació de la visión innovadora de nuestro CEO, Raúl Estrada, quien en su tesis doctoral estudió los factores comunes de empresas de alto impacto. Raúl identificó una conexión clave: el éxito de una start-up está intrínsecamente ligado a ciertos rasgos psicológicos de su fundador. Esta revelación llevó al desarrollo de Marie, una herramienta pionera destinada a evaluar a los fundadores y a proporcionarles retroalimentación constructiva para su crecimiento.
EL IMPACTO
¿CUÁLES CREE QUE HAN SIDO LAS RAZONES DE SU ÉXITO?
En Kiota hemos conseguido reducir en un 90% un pain point crucial en un mercado en expansión:
El punto de dolor hace referencia a la etapa inicial del proceso de inversión, e incluye la búsqueda de inversores, filtrado de los más apropiados y recopilación de sus datos de contacto. Además de ser una labor tediosa, es la que menos valor aporta.
Si antes los emprendedores dependían en gran medida de la búsqueda activa de sus potenciales inversores, teniendo que dedicar más de ocho horas para conseguir un listado inicial decente, gracias a Kiota en menos de una hora ya tienen un listado muy superior al que habrían conseguido y que se ajusta a sus necesidades, ya que los inversores son un match para su industria, tamaño y resto de casuística.
Gracias a Kiota nos gusta decir que la productividad neta aumenta porque el fundador puede centrarse en seguir desarrollando su negocio. Nosotros sabemos que en las etapas tan tempranas en las que Kiota se especializa, como las fases pre-seed y seed, la búsqueda de inversores va más allá de simplemente buscar financiación; se trata de encontrar el llamado “smart-money”, es decir, inversores que no solo aporten capital, sino también conocimiento y experiencia. Es fundamental lograr un match adecuado entre inversor y emprendedor.
Respecto al tamaño de mercado, el ecosistema de start-ups alcanzó la valoración de 93.000 millones de euros en España a finales de 2022, creciendo más del 7% respecto al año anterior. En Kiota encarnamos lo que promovemos: la escalabilidad. Nosotros nacimos globales, operando tanto en el mercado nacional como internacional.
El reciente cambio en el panorama económico, caracterizado por el aumento de los tipos de interés, ha llevado a los inversores a ser más selectivos
Además, el reciente cambio en el panorama económico, caracterizado por el aumento de los tipos de interés, ha llevado a los inversores a ser más selectivos. En este contexto, nuestra plataforma permite a los inversores identificar esos “diamantes en bruto”, start-ups con un potencial excepcional que, con el apoyo y los recursos adecuados, pueden ser refinadas para alcanzar su máximo esplendor.
¿QUÉ FUE LO MÁS DIFÍCIL Y CUÁLES FUERON LOS RECURSOS IMPRESCINDIBLES PARA HACER QUE EL PROYECTO SE ELEVARA?
De lo más complicado fue conseguir un equipo comprometido que fuera más allá del equipo fundador. No quisimos conformarnos con agrupar a personas que trabajaran juntas; queríamos formar un equipo de verdad: multidisciplinar, experimentado y preparado para el constante reto que supone estar en continuo crecimiento. Parte de este reto ha sido combinar eficazmente el desarrollo de producto con innovación, enfocándonos en la creación de propiedad intelectual propia que nos brinde una ventaja competitiva defendible a largo plazo. Esta estrategia no solo refuerza nuestra posición en el mercado, sino que también alinea nuestra visión con las necesidades reales del ecosistema emprendedor.
En el mundo start-up, no siempre es fácil encontrar el equilibrio entre lo que nosotros queremos hacer, lo que los inversores creen que tiene más potencial y lo que los clientes necesitan en el corto plazo. Si todos en el equipo conocemos cuál es nuestra misión, qué nos diferencia de la competencia, y por qué grandes clientes del ecosistema emprendedor en España como KM Zero, First Drop u Órbita confían en nosotros, se facilita la toma de decisiones y elimina cualquier necesidad de micromanagement.
¿SI PUDIERA VOLVER ATRÁS, TOMARÍA LAS MISMAS DECISIONES?
emos intentado tomar siempre las mejores decisiones según el contexto y la información disponible. Juzgar esas decisiones desde la perspectiva de la situación actual sería injusto e incorrecto. En ese sentido, creo que hemos tomado decisiones equivocadas, pero no estoy seguro de que en el momento en que se tomaron parecieran equivocadas. En cualquier caso, casi siempre han sido producto de la ambición por hacer algo que trascienda y el optimismo de creer que podemos conseguirlo.
Los dos ámbitos más estratégicos han sido:
• Equipo: encontrar el equilibrio entre un equipo basado en experiencia, conocimiento y resultados contrastados, o en actitud, capacidad de esfuerzo y compromiso con el proyecto. En nuestra etapa, y por las características del proyecto, resulta que lo segundo es prioritario.
• Producto: desafiando la recomendación habitual de enfocarse en un solo producto, optamos por desarrollar varios simultáneamente para conseguir un efecto múltiple: 1) ampliar el tamaño del mercado, 2) conseguir posicionamientos diferenciadores que nos permitan en un futuro contemplar posibilidades de crecimiento inorgánico y 3) apostar de manera decidida por el impacto de las sinergias entre productos.
¿RETOS DE FUTURO?
Seguir aprendiendo, mejorando y ayudando al ecosistema. Tanto en los seis países donde estamos establecidos como en los 189 que nos quedan por conquistar.
Además, recientemente hemos conseguido ser el partner tecnológico de DiFree, plataforma emprendedora de la Unión Europea por donde se espera que pasen nada menos que cinco millones de emprendedores en los próximos cuatro años. Trabajamos y trabajaremos para estar a la altura de todos ellos.
EL CEREBRO
LAS CIFRAS
LAS LECCIONES APRENDIDAS
Las relaciones entre los agentes del ecosistema emprendedor no son sencillas. Si se comparan perfiles y motivaciones de emprendedores y business angels se encuentran notables diferencias.
A pesar de ser roles complementarios, que, como es obvio, se necesitan mutuamente, su interacción es lenta, con mucha frecuencia incapaces de llegar a acuerdos o de respaldar los que sean los más convenientes para ambos.
Se ha producido un gran avance en los últimos años para acelerar y robustecer los proyectos de start-ups, apoyados con más ayudas, una nueva Ley de Empresas Emergentes, formación, mentoring y numerosas acciones para conseguir un sistema más eficiente. Sin embargo, todavía es un espacio de alto riesgo para todos los intervinientes, pues a la incertidumbre de entrar en nuevos negocios, se añade la elevada inmadurez del medio: la obra fundamental del soporte metodológico del emprendimiento, The Lean Startup, de Eric Ries, fue publicada hace apenas 13 años. Pese a los numerosos análisis sobre la materia que nos llegan continuamente, no se dispone de información objetiva suficiente que permita hablar de una “ciencia del management de start-ups”.
Las cifras de fracaso de las start-ups son muy dispares, pero se mueven en el entorno del 70-80% al cabo de los primeros tres años (aunque tienden a disminuir, especialmente cuando el proceso está guiado por aceleradoras y programas de formación). Otro indicador de la problemática medición de variables es el concepto del éxito o su reverso, el fracaso: si se realiza una búsqueda semántica a internet, aquellos proyectos aparecen casi 100 veces más, cuando la realidad nos informa de proporciones inversas: hay poca objetividad. Esa falta de precisión también se debe a la enorme variedad de tipos de proyectos y a la escasa transparencia entre agentes.
Kiota ofrece soluciones a la mayoría de los problemas que dificultan una relación recíprocamente beneficiosa entre inversores y emprendedores
Kiota viene a aportar luz y es ciertamente bienvenida. Ofrece soluciones a la mayoría de los problemas que dificultan una relación recíprocamente beneficiosa entre inversores y emprendedores con significativos avances en cuestiones como
• analizar la idoneidad del perfil personal y profesional del emprendedor
• localizar los inversores más atractivos para el proyecto
• reducir los plazos de maduración en contactos
• facilitar la interlocución y el seguimiento
El soporte de su proposición de valor son bases de datos con registros de miles de proyectos y agentes que permiten estudiar la trazabilidad de sus comportamientos reales. De todo ello se derivan algoritmos para lograr decisiones más eficientes por parte de emprendedores (p. ej.: “¿Qué inversor es más adecuado?”) e inversores (p. ej.: “¿Es asumible el riesgo?”).
Kiota es, además, una start-up, lo que avala que sus planteamientos estén cargados de utilidad y realismo. Se ha apartado del canon de crecer desde eso que se llama producto mínimo viable, pues ha tratado de desarrollarse cubriendo diversas facetas de la proposición de valor. Si a eso añadimos que nace en el entorno de la Universidad de Cádiz, que, aunque pionera en la formación de emprendedores en nuestro país, se halla lejos de los focos más activos del emprendimiento en España, se debe reconocer el valor de Raúl Estrada, su promotor: con paciencia y un buen equipo de asesores ha conseguido un proyecto muy oportuno, capaz de crecer y con presencia en otros países.
Si la formación a emprendedores e inversores está dando paso al mentoring como herramienta complementaria y eficaz para ambos perfiles, Kiota abre un campo de grandes posibilidades: la investigación de datos y la construcción de modelos predictivos que hagan mucho más eficiente su actuación. Kiota merece todo nuestro apoyo para que con más datos mejore sus pronósticos. Llamamos la atención del sector público que patrocina el ecosistema emprendedor para que fomente iniciativas como las de Kiota: disponer de un mejor conocimiento permite evitar el despilfarro de tiempo y recursos que con frecuencia experimentan emprendedores e inversores, intolerable en tiempos de escasez.