En el año 2000, la Comisión Europea definió la formación permanente como el proceso educativo continuado de las personas a lo largo de la vida. Este proceso abarca conocimientos, competencias y aptitudes tanto en el ámbito profesional como personal.
neus pons. Directora-gerente de la Fundació BCN Formació Professional.
En la Estrategia Europa 2020 se considera la formación a lo largo de la vida como una herramienta imprescindible para la empleabilidad y para fomentar un crecimiento económico más sostenible e inclusivo. Respecto a la FP, plantea los siguientes objetivos:
• Ser una opción atractiva y relevante.
• Hacer realidad la movilidad internacional.
• Fomentar la creatividad, innovación y emprendimiento.
• Ser una oferta más integral.
De forma paralela, la UNESCO, en la 70a Asamblea General de la ONU, adoptó como Objetivo de Desarrollo Sostenible 4, “garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos”. Esto conlleva, de aquí a 2030, asegurar el acceso igualitario de todos los hombres y las mujeres a una formación técnica, profesional y superior de calidad.
Según datos del Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional, para el año 2030 los puestos de trabajos creados en España requerirán un 65% de profesionales de grado medio y un 35% de grado superior
La FP en España
En España, la FP inicial (1) está regulada por la ley Orgánica 8/2013 de 9 de diciembre (LOMCE). En la ley se introducen tres ciclos:
• Formación Profesional Básica (FPB), para personas que no han completado la ESO y quieren continuar estudios de FP.
• Ciclos Formativos de Grado Medio (CFGM), acceso desde la ESO o desde FPB. Desde los 17 años, también a partir de pruebas específicas de acceso.
• Ciclos Formativos de Grado Superior (CFGS), acceso después del título de bachillerato; desde 2016, también desde CFGM de la misma rama; y pruebas específicas de acceso a partir de los 19 años.
Cuando la FP se imparte en formato dual, es fundamental el papel que desarrollan las empresas que trabajan con los centros formativos. Esta coordinación es relevante porque imparten parte del contenido formativo con valor curricular.
En el curso 2018-19, se han matriculado en FP un total de 824.281 estudiantes: un 49,5% en CFGS, un 41,5% en CFGM; y un 9% en FPB. Según los datos del Ministerio de Educación y Formación Profesional, en una década la matriculación en FP se ha incrementado en un 57%.
A pesar de estas cifras, en España la FP aún se encuentra alejada de las tendencias que se siguen en los países más desarrollados. Según Eurostat 2016, las personas matriculadas en FP respecto al total de estudiantes en sus franjas de edad eran:
• 35% en España
• 44% en la media de países de la OCDE
• 48% en la Unión Europea
Al mismo tiempo, según datos del Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional (Cedefop), para el año 2030 los puestos de trabajos creados en España requerirán un 65% de profesionales de grado medio y un 35% de grado superior; englobando en “superior” tanto los grados universitarios como los CFGS.
Empleabilidad, competitividad y desarrollo social
La Estrategia Europa 2020 plantea un doble reto para la FP: reducir el abandono escolar temprano y fomentar la empleabilidad de las/los jóvenes.
El abandono escolar en España roza el 28%, siendo la media europea del 14%, y el objetivo de Europa para el 2020 del 10%.
Respecto a la empleabilidad, paradójicamente a pesar de que algo más de un tercio de las/los jóvenes en edad de trabajar están en paro, las compañías tienen dificultades para cubrir los perfiles de nivel técnico.
La FP es el vínculo entre la formación y el entorno empresarial. Para ello debe ser una opción en sí misma, y no una “alternativa” percibida como formación dirigida a personas “menos capaces”
Las estructuras socio-profesionales de los países con un mayor nivel de bienestar y equilibrio social cuentan con más trabajadores/as en los niveles medios de ocupación y con menos en los niveles más cualificados y en los de menor cualificación. Los jóvenes optan mayoritariamente por la FP y la tasa de paro es muy baja. Entre estos países tenemos Dinamarca, Reino Unido, Alemania, Suecia, Austria, Noruega, Finlandia y Holanda.
Otros países europeos presentan características diferentes: concentración de trabajadores/as en los niveles de alta y baja cualificación; tasas de paro por encima del 10%, alto nivel de fracaso escolar, y los estudios profesionalizadores no tienen mucho prestigio social. En este grupo tenemos países mayoritariamente del sur de Europa.
En España un 34,7% de las/los jóvenes solo ha alcanzado el nivel de ESO; en Europa es el 16,5%. Por otro lado, la tasa de personas con titulación universitaria es del 41%. Esto provoca una distorsión en el mercado laboral, ya que no se dispone de suficientes puestos técnicos cualificados.
El valor de la FP
La FP es el vínculo entre la formación y el entorno empresarial. Para ello debe ser una opción en sí misma, y no una “alternativa” percibida como formación dirigida a personas “menos capaces”.
Según el estudio Inserción Laboral de las Enseñanzas Profesionales 2018, elaborado por el Consejo General de Cámaras de Catalunya y el Departamento de Educación, en Catalunya la tasa de paro de las personas graduadas en FP (8,64% en CFGM y 9,32% en CFGS) es tres veces inferior al paro juvenil, que llega al 28,82%.
La inserción laboral es del 55,10%, y en formación dual llega al 65,1%.
Las estadísticas acompañan a lo que esta última recesión económica ha evidenciado: la FP es una muy buena opción de empleabilidad que aporta calidad y practicidad al tejido productivo y al dinamismo económico. Todos los agentes implicados: centros, empresas, asociaciones, patronales, sindicatos, familias, alumni… deben sumar en poner en valor esta formación.
(1) La FP está estructurada en inicial, ocupacional y continua.