La Inversión Socialmente Responsable ha acaparado la atención de la comunidad inversora durante los últimos años, y ahora debe afrontar el reto de integrar el impacto social y medioambiental de las inversiones.
Arnau Guardia. Gestor del fondo de inversión de Caja de Ingenieros Environment ISR.
De forma complementaria a la gestión financiera tradicional, enfocada en maximizar el binomio rentabilidad-riesgo, existe una tipologĆa de inversión que aƱade los factores extra-financieros o ASG (medioambientales, Sociales y de Gobierno corporativo) a la hora de analizar y tomar decisiones de inversión. Se trata de laĀ Inversión Socialmente Responsable (ISR).Ā En sus orĆgenes, esta actividad se centraba en integrar criterios negativos, es decir, en excluir aquellas actividades o aquellos sectores económicos que tenĆan efectos perversos sobre el ser humano o el medio ambiente. Sin embargo, durante los Ćŗltimos aƱos, ha evolucionado hacia un modelo de integración de criterios positivos, como es la selección de compaƱĆas con buenas calificaciones y mĆ©tricas ASG. Estos avances han sido impulsados por las exigencias de los inversores en tener mĆ”s control sobre cómo pueden impactar los riesgos extrafinancieros en los estados financieros.
¿Hacia dónde vamos?
Los avances en materia de ISR consistirĆ”n en integrar las externalidades positivas de los productos y servicios que ofrecen las compaƱĆas. Esto implica evaluar cuantitativamente el peso de los ingresos de cada compaƱĆa que derivan de actividades que generan un impacto positivo medioambiental o social. MĆ”s allĆ” de la complejidad del cĆ”lculo, existe un componente subjetivo que no debemos obviar, ya que a veces nos encontramos con que los acadĆ©micosĀ no perciben de forma homogĆ©neaĀ el impacto de un producto,Ā y mucho menos los inversores. Asimismo, debemos tener en cuenta que un producto puede generar un impacto positivo en tĆ©rminos medioambientales, pero, a su vez, tener un impacto social negativo. Pongamos como ejemplo las baterĆas elĆ©ctricas para automóviles, que reducen las emisiones de gases contaminantes, pero que requieren de un abastecimiento de materias primas procedentes de zonas en conflicto y en muchos casos vinculadas a la explotación infantil.